[Pasaje de un libro sobre el continente lejano, Pandyssia]
En la Academia de Filosofía Natural se habla del continente de Pandyssia como de un lugar lleno de maravillas, donde toda la vida se ha entremezclado y florecido durante siglos, para producir una animada ecología incomparable en el mundo civilizado. Los decanos de la Abadía de Quídam, por contra, hablan de horrores y herejías. De cultos de subhumanos que realizan rituales brutales y perversos.
Los pocos que han viajado al continente lejano y han regresado a las islas, aquellos que realmente han llegado a pisar tierra allí, han vuelto con anotaciones que describen vastos desiertos, densas selvas y criaturas extrañas que parece imposible que existan.
Una vez cada generación, se realiza un gran esfuerzo para montar allí una colonia, con la esperanza de que algún día pudiera llegar a convertirse en una ciudad portuaria comparable a la propia Dunwall. Pero, hasta la fecha, todos estos intentos han acabado en locura y fracaso.