He proseguido mis experimentos con lo que denomino la mina fulminante.
Todo empezó como simple curiosidad. Tras despertarme de una siesta durante el mes de los clanes, me pregunté si sería posible separar un disco plano lleno con aceite de ballena refinado de una serie de varillas durante el tiempo suficiente como para aplicar determinado peso en la parte superior del dispositivo.
Al tener en cuenta las cuestiones prácticas, imaginé que la mina fulminante podría emplearse para quemar a un miembro de las fuerzas enemigas que, por ejemplo, se acercase a un campamento militar.
Las pruebas iniciales en ganado fueron positivas y solicité a una persona ya condenada a ser ejecutada por delitos, puedo asegurar, terribles. Me trajeron a un prisionero de Coldridge, un tal Vaughn, creo, y lo dejamos suelto en la zona de pruebas con los ojos vendados, dando vueltas hasta que activó el dispositivo.
Burrows quedó impresionado, no solo por la eficacia de la mina como elemento disuasorio letal, también por su potencial para afectar psicológicamente al enemigo. Además, no dejó restos por ahí desperdigados y Burrows es un defensor acérrimo de las cosas limpias y ordenadas.
"Encantador y terrorífico. Y no hay que limpiar nada.\" Esas fueron exactamente sus palabras.
He tomado una serie de notas por si retomo el proyecto, quizá pueda diseñar una versión que sea totalmente inofensiva y que únicamente deje inconsciente al sujeto. Es necesario realizar muchas más pruebas.