[Una entrada reciente del diario, escrita con letra cuidadosa]
Nuestros problemas empezaron con un nombre: Delilah. Un misterio que llegó a Daud a través de la cara que ve en sus sueños y de la voz que escucha al arrodillarse en los santuarios ocultos en lugares perdidos de la ciudad. Ninguno hemos oído esta voz, pero conocemos su poder. Habló a nuestro maestro para avisarlo de la fatalidad que se avecinaba y para explicarle que resolver este enigma era la única forma de evitarla.
No sabíamos nada de Delilah, excepto que había un barco ballenero con el mismo nombre. Una conexión tenue pero, en lo que atañe al mundo del Forastero, las coincidencias no existen. Descubrimos que el barco llevaba el nombre de una mujer que solía recorrer los salones de Dunwall Tower con Jessamine Kaldwin. Más adelante, se hizo pintora -aprendiza del mismísimo Sokolov-, hasta que embaucó a un aristócrata mecenas llamado Arnold Timsh.
Nos reunimos con la sobrina de Timsh, que nos ofreció información sobre Delilah a cambio de que matásemos a su tío. Hacer desaparecer a aristócratas era nuestra especialidad, así que nuestro maestro aceptó. Una vez eliminamos al procurador Arnold Timsh, su sobrina nos contó todo lo que sabía. Delilah era mucho más que una pintora y se ocultaba en la antigua mansión Brigmore, a las afueras de la ciudad.
Pero llegamos demasiado tarde. Delilah se había anticipado a nuestra amenaza. Llevaba tiempo utilizando su influencia corruptora en nuestro mejor activo: la asesina Billie Lurk. Delilah volvió a Lurk en nuestra contra y, juntas, nos vendieron a los decanos. Cuando regresamos a nuestro escondite, en el barrio anegado, nos vimos rodeados de máscaras doradas y sabuesos. Pero Daud es rápido y atinado, y consiguió mantenernos con vida, aunque sufrimos pérdidas.
Ahora nuestros recursos son limitados. Algunos hombres se quejan. Veo la tensión en la cara de Daud. Matar a la emperatriz, entregar a su hija... No son cargas fáciles de sobrellevar. Y la traición de Lurk le pesa como una losa. Su sueño se ve perturbado por maldiciones y gritos.
Ahora estamos haciendo preparativos para responder a Delilah. Planea algo en Brigmore, algo que afectará a todos los habitantes de las islas. Y nos estará esperando. Al igual que nuestro maestro, comparte sus dones del Forastero con los que la siguen. Me pregunto cuántos serán...
Mi maestro no tiene secretos para mí, mi lealtad es incuestionable. Pero temo que estos puedan ser los últimos días de los balleneros. Puede que incluso los últimos días de Daud.